sábado, 16 de febrero de 2008

Comentario al Evangelio Mt. 17, 1-9



Es un comentario al Evangelio del Domingo 17 FEBRERO 2008.
2 Cuaresma (A)

Jesús toma consigo a sus discípulos más íntimos y los lleva a una “montaña alta”. La montaña en la biblia es lugar de la presencia de Dios. Y es allí donde les va a mostrar la Gloria, lo que es el Reino de los Cielos.

El rostro transfigurado de Jesús "resplandece como el sol” y manifiesta en qué consiste su verdadera gloria. Y para llegar a ella, se hace hombre, sufriendo todo lo que la condición humana trae consigo... la incomprensión de los "suyos", para terminar su vida muriendo en una cruz...
En la perícopa aparecen dos personajes del Antiguo Testamento, que han sido modelo para pueblo, dos grandes profestas; Moisés y Elías. De esta manera, se nos hace ver, que Jesús es la plenitud de lo que ellos nos comunicaron. Es en Jesús donde se cumplen las escrituras.

Pedro al experiementar la Gloria de Dios propone hacer tres tiendas, una para Jesús, otra para Moisés y otra para Elías. Quiere permanecer en esa experiencia, se resiste a bajar del monte Tabor. Cuando la experiencia llega a su culmen es el momento en el que entre luces y sombras, oyen su voz misteriosa: “Este es mi Hijo amado, Escuchadlo”. El Padre nos invita en este domingo a Escuchar a Jesús, a darle un espacio en nuestra vida.

Hoy parece que a nosotros los cristianos, nos da miedo escuchar a Jesús. A dejarle el lugar central de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestro "mundo". Y resulta que Él es el único que puede hacer desaparecer nuestros miedos, nuestros sufrimientos, nuestras dudas. Acudamos a Él, acogiendo la invitción que nos hace el Padre "Escuchadle"... Jesús es la respuesta a todas las preguntas que llevamos dentro, dejemos que nos hable y dispongamos nuestro corazón para la escucha.

2 comentarios:

Isa dijo...

Jesús en el Evangelio de hoy nos enseña a escucharle en cualquier parte y situadión que estemos porque El nunca faya, todo lo contrario siempre está dispuesto a ayudarnos.
Tenemos que estar preparados para subir a la montaña para lo que necesitamos unas buenas zapatillas para caminar comodos. Agua para beber y el dorsal para identificarnos en la marcha.

Leslie dijo...

Creo que pocas veces caemos en cuenta de la magnitud de la presencia de Jesús en nosotros. Bien dice el comentario al inicio: "Tomó consigo a sus discípulos más íntimos...".
También a cada uno de nosotros Jesús se nos revela como el amigo íntimo, el amigo que "ES" en lo más profundo de la naturaleza de nuestro ser. Y el Amigo Íntimo que también nos invita a ser "íntimos suyos" para juntos hacer resplandecer la gloria de la Buena Nueva en nosotros mismos y en los demás.
La invitación del Padre a ESCUCHAR a su Hijo Amado, es más un clamor que brota desde lo profundo de su SER AMOR, un clamor que nos llama a entrar en intimidad con Jesús haciéndolo presente en lo cotidiano de nuestro diario vivir, para como Él también poder decir al Padre en los momentos de prueba: "que no se haga mi voluntad sino la Tuya".